lunes, 26 de diciembre de 2011

ANACONDAS: La Cacería por la Orquídea Sangrienta (USA, 2004)

Título original: Anacondas: The Hunt for the Blood Orchid. Dirección: Dwight H. Little. Guión: John Claflin & Daniel Zelman. Producción: Screen Gems. Música: Nerida Tyson-Chew. Intérpretes: KaDee Strickland, Johnny Messner, Matthew Marsden, Nicholas Gonzalez, Salli Richardson-Whitfield, Morris Chestnut, Karl Yune, Eugene Byrd, Andy Anderson.  Duración: 92 minutos.

De qué va: Una expedición financiada por una multinacional farmacéutica viaja a la isla de Borneo en busca de una rara orquídea que posee unas propiedades que permiten retardar los efectos del envejecimiento. En el camino se encontrarán con un grupo de gigantescas y hambrientas serpientes

La criatura: Como el título indica, nos encontramos de nuevo con las temibles Anacondas. Estas han aumentado el tamaño y la fuerza de manera considerable gracias a que en su dieta han incorporada a la mencionada orquídea sangrienta. Además se encuentra en periodo de apareamiento, lo cual las hace especialmente activas. También es mala suerte...

La película: Secuela directa de Anaconda, podríamos decir que en su primera media hora es prácticamente un remake de aquella, cambiando el rodaje de un documental por una expedición científica. Técnicamente superior, el avance en los efectos infográficos se hacen notar en esos siete años que separan ambos títulos, con una recreación de las serpientes bastante más creíble. Desgraciadamente el guión sigue paso por paso los tópicos de este tipo de aventuras, con una trama previsible y unos personajes excesivamente estereotipados que difícilmente ayudan a la identificación del espectador y cuya mayor empatía la provoca el mono del capitán que interpeta el apolíneo aunque más bien insulso Johnny Messner - Lágrimas del sol - .

Afortunadamente, el poco interés que aporta el reparto viene compensado por una apañada dirección de Dwight H. Little, - Prison Break, Asesinato en la Casa Blanca -  artesano de escasa personalidad pero suficientemente conocedor del oficio, que logra algún que otro buen momento de tensión y un acabado técnico bastante competente, en especial  la excelente fotografía de Stephen F. Windon - Rapa Nui, Deep blue sea -.

Puro cine palomitero que en muchos aspectos puede resultar superior a su predecesora y que, desde luego, sirve para pasar un rato entretenidísimo sin más pretensiones, lo cual no es poco. Ahora que si lo que se busca es originalidad, este no es su título.

A destacar: La secuencia de la cascada, muy bien rodada y que supone un importante punto de giro en una trama que, hasta ese momento, se había limitado a imitar el primer título sin apenas desviarse un ápice.


Trailer del Film

lunes, 5 de diciembre de 2011

LA GARRA (USA, 1980)

Título original: Island Claws. Dirección: Hernán Cárdenas. Guión: Jack Cowden, Ricou Browning. Producción: CBS. Música: Bill Justis. Intérpretes: Robert Lansing, Steve Hanks, Nita Talbot, Jo McDonnell, Barry Nelson, Martina Deignan, Tony Rigo, Raymond Forchion.  Duración: 84 minutos.


De qué va: Los experimentos de un laboratorio para acelerar el tamaño de los crustáceos coincide con una fuga radioactiva de la central próxima a una pequeña localidad costera de Florida. Todo esto afectará de manera determinante al comportamiento de los abundantes, y hasta ahora pacíficos, cangrejos de la zona.

La criatura: Cangrejos de mar. Estos pequeños - o no tan pequeños - crustáceos se caracterizan por ser bastante belicosos a la hora de buscar su comida, aunque también son extremadamente tímidos y suelen permanecer ocultos en especial si hay un humano cerca. Eso no valdrá para los del film que nos ocupa, donde perderán el miedo al hombre, disponiéndose a invadir sus dominios.  Hacia el final de la película aparece un cangrejo hiper vitaminado muy bien recreado además por el departamento de efectos.


La película: Simpática aunque decididamente inofensiva producción B que estira la tradición del fantástico cultivada a lo largo de la década de los 70. Es una especie de aproximación del clásico de Roger Corman Attack of the crab monsters, dirigida con ritmo plomizo por Hernán Cárdenas, del que no se le conocen otros créditos, de hecho algunos apuntan incluso que es en realidad un seudónimo del propio Corman, sin que haya podido obtener más detalles al respecto. El guión plantea diversas cuestiones interesantes sin que, por desgracia, remate adecuadamente ninguna de ellas, olvidando - por poner tan solo un ejemplo -  los apuntes ecológicos que muestra al principio, con esa central nuclear minimizando la importancia de sus fugas radioactivas.

Algo mejor parado sale el curioso tema de la xenofobia, representada por un grupo de haitianos que llegan en patera a la playa al tiempo que comienzan los ataques de los cangrejos. Inmediatamente serán señalados como los causantes de las primeras muertes por la población del lugar aunque al final lugareños e inmigrantes tendrán que unir fuerzas para enfrentarse a la verdadera amenaza que se cierne sobre ellos en la secuencia que cierra el film. La apagada dirección y la morosidad de su puesta en escena no puede evitar algún que otro momento inquietante, básicamente gracias a la presencia de los cangrejos y el característico chasquido de pinzas que siempre precede a sus ataques.

El reparto es bastante sólido y combina juventud y veteranía, destacando el espléndido trabajo de Robert Lansing - La banda de los Grissom, El Imperio de las hormigas -, acompañado por la simpática Nita Talbot - Trampa para un soltero, Muñecos asesinos - y un desaprovechado Barry Nelson, que ese mismo año se pondría en la piel del director del hotel escenario de la terrorífica El Resplandor.

Discreta, pero se puede ver.

A destacar: El tercio final, mucho más animado  y con la presencia de un gigantesco crustáceo recreado por los responsables del King Kong de Guillermin o del Búfalo Blanco de J. Lee Thompson. Sin duda el monstruo se llevó la mayor parte del presupuesto de esta modesta cinta.


El encuentro final con la criatura de La Garra